MULTA PAUCIS
Es fría ésta agonía
Relojes que se
escurren, tras la espera incesante
Me pintan una obra
engrisada en alegrías.
Y es necesario tu
nombre.
Para apartar a Cerbero,
que me observa en mi bosque.
Intenta concederme un
deseo, para llorar en el cielo
De los réprobos que esconde.
Siento como clavan, sus
asaeteadas miradas sobre mí.
Y mancho nuevamente mis
manos.
Tus labios apenas mojan
mi espalda al sentir.
Suelo lavar y ensuciar
tus manos, de mi pureza y pecado.
Y es necesario huir
Pero debes soltar tu
mano.
Sal de tu celda, ¡Te
hago libre!
¡Que no ves que estás
solo!
¡Que en tu prisión
siempre lo has estado!
Pues me dejaste fuera
y…
… mis brazos, como dos
niños huérfanos, se han abrazado.
Te doy todo mi fuego,
aunque el frío
¡Me mate!
Vengo a darte mi último
respiro
¡Porque no consigo respirarte!
Serás mi testigo
De si no vuelves
Le pediré al Cerbero
Que venga a buscarme…
No hay comentarios:
Publicar un comentario